Aubry consigue la presidencia del PSF por 42 votos

MARIO SÁNCHEZ
Martine Aubry, actual alcaldesa de Lille, consiguió la victoria en las elecciones primarias del Partido Socialista Francés (PSF), con el 50,02% de los votos frente al 49,98% de la ex candidata presidencial, Ségolène Royal, quien exige otra votación. Esa diferencia del 0,4% entre ambas aspirantes se traduce únicamente en 42 de la 134.784 papeletas emitidas, de acuerdo con los datos oficiales publicados a altas horas de la mdrugada. Este es el motivo que arguyen desde el equipo de Royal para que tenga lugar una tercera votación. Ello ha provocado que el primer secretario saliente, François Hollande, convoque al Consejo Nacional socialista con el fin de que valide los resultados.

La que fuese candidata al Elíseo ha dejado claro que no piensa dejarse ganar con unos resultados que, a su juicio, son “totalmente discutibles”. Por el contrario, su oponente dejó claro, desde un primer momento, que “una nueva votación no tiene razón de ser, por el mero hecho de que a algunos no les haya gustado el resultado. Lo que está claro es que lo mejor es que la decisión del Consejo Nacional no sea discutida por nadie, tal y como comentaban fuentes internas.

Royal venció claramente la primera vuelta de los comicios, aventajando en más de nueve puntos a su más directa rival, pero la decisión del tercero en discordia, el eurodiputado, Benoit Hamon de apoyar a Aubry ha decantado la balanza. Aun así, se da por descontado que los seguidores del alcalde de París, Bertrand Delanoë votaron por Royal. Lo cierto es que este proceso deja heridas abiertas que serán difíciles de cerrar en el tiempo, superando a lo ocurrido en el congreso de Rennes de 1990.

El proceso electoral interno de los socialistas franceses ha puesto de manifiesto la profunda crisis que asuela a la formación. La constancia de esta brecha la recogen los principales periódicos del país galo, al margen de su ideología. De este modo, Le Figaro titula “El Partido Socialista partido en dos”; mientras que Libération señala que “ha llegado la hora de que el PS se ponga a trabajar para convertirse en una auténtica oposición”. Esta percepción es compartida desde las propias filas del partido. Hollande manifestó ante la prensa que “la división interna es un hecho más que constatable”.