MARIO SÁNCHEZ
El director de una cárcel de máxima seguridad de Río de Janeiro, José Roberto de Amaral Lourenço fue ayer acribillado a tiros en su coche cuando se dirigía, sin escolta, a la prisión. Según las pesquisas policiales, todo indica a que el crimen fue perpetrado por una banda de sicarios que cumplían órdenes desde el interior del presidio. En Bangú 3 operan distintas organizaciones delictivas que han conseguido poner en jaque a las autoridades municipales a partir de acciones como ésta. Según el gobernador del Estado, Sergio Cabral, “el peso de la ley caerá sobre los asesinos”. Diversos analistas políticos han afirmado que los criminales han querido estar presentes, a su manera, en las elecciones municipales, que se celebrarán el 26 de octubre.
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