POLÍTICA INTERNACIONAL

Responsable de la sección: Mario Sánchez

domingo, 9 de noviembre de 2008

El mundo se mueve en torno a Obama

MIGUEL DE SANCHO

Si Estados Unidos vivió la Obamanía, el resto del planeta no le fue a la zaga. Desde el propio alto representante de la política europea, Javier Solana, que manifestó abiertamente que el nuevo presidente de Estados Unidos personifica "lo impresionante de América" hasta la "ocasión histórica" de la que habló el Papa Benedicto XVI, todos quisieron mostrar su parecer sobre la noticia del año y, quizá, del último lustro.

Europa habló desde una perspectiva eminentemente económica; el presidente de la Comisión Europea, Durao Barroso, vinculó al senador de Illinois con Roosevelt y habló de la necesidad de confeccionar un "new deal" para un mundo nuevo. Desde París, el jefe de Estado francés, Nicolas Sarkozy expresó la necesidad de estrechar lazos en la relación transatlántica, asumiendo su rol de presidente de turno del Viejo Continente. Sarkozy enfatizó su declaración acechando a Obama a "romper " con el pasado y felicitándole por lo que no dudó en llamar una "brillante victoria". Zapatero también se congratuló de este resultado y envió un telegrama al flamante vencedor que remitía al "camino de esperanza" y a la necesidad de confianza en la difícil coyuntura internacional actual. En la misma línea se expresó el premier británico, Gordon Brown que pidió a Obama, "unidad" para responder a los desafíos globales.

Desde Rusia, sin embargo, no se acogió con la alegría debida al nuevo presidente; ese mismo día, el presidente del país, Dmitri Medvedev, anunció que instalaría un complejo de misiles en Kaliningrado, cerca de Polonia y de Lituania -miembros de la Unión Europea-, para combatir los déficits de seguridad que pretende recuperar el Kremlin.

Desde el resto del planeta, todos los momentos de una madrugada que pasará a la historia, obtuvieron respuesta. Irán, enemigo latente (y a veces patente) de Washington, elogiaron las promesas de cambio que se abren con Obama y pidieron una transformación profunda de la política de la primera potencia mundial en Oriente Próximo, con respecto a la Administración Bush. Algo similar ocurrió en Cuba donde los principales órganos de expresión del castrismo se mostraron parcialmente esperanzados y demandaron el final del embargo a la isla. En Latinoamérica, desde México, Venezuela, Bolivia y Brasil, sus presidentes Calderón, Chávez, Morales y Lula compartieron la ilusión para comenzar una nueva etapa. Algunos como el líder carioca destacaron su condición de afroamericano como particularidad y otros como el bolivariano mostraron su deseo de comenzar un diálogo fluido con él aunque en condiciones de igualdad.

Incluso en África, donde el acceso a los medios de comunicación es reducido, las campanas y los cánticos sonaron durante todo un día. La raza del vencedor, sumado a sus proyectos políticos de cambio del de Illinois y a apoyos populares como los de Nelson Mandela convierten a Obama en un nuevo icono del continente africano.

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